Los amantes de la vida silvestre sin duda quedan encantados del Golfo Dulce ya que se sienten atraídos por que contiene el 50% de la flora y fauna que se encuentran en el país, y por las playas vírgenes, el denso bosque con árboles que se elevan hasta cincuenta metros, observación de aves y la increíble biodiversidad.
La vida marina aquí es próspera, y hay varias especies de ballenas que pueblan la zona. Tanto las tortugas marinas como las ballenas disfrutan de las cálidas aguas para la cría, y la gran cantidad de peces pequeños y plancton para alimentar a sus crías.
Quienes quieran avistar aves vienen a ver las guacamayas, los tucanes, los colibríes y los carpinteros. Los excursionistas siempre tratan de avistar a las cuatro especies de monos costarricenses: Araña, aullador, y cara blanca y ardilla así como anteaters, ocelots, coatimundis, jaguares, Agoutis, y ranas de dardo venenoso. Aunque son casi desconocidos para la mayoría de los turistas, esta área es nada menos que un paraíso para los amantes de la naturaleza.
Si mencionamos alguna de las actividades que se pueden hacer acá, está la pesca deportiva la cual es muy popular debido a la variedad y la abundancia de la vida marina. Uno de los mejores lugares para practicarlo es Golfito o Puerto Jiménez.
Además, en esta zona podés encontrar lugares increíbles como el Parque Nacional Piedras Blancas y el Parque Nacional Corcovado.