Todos los buenos cafeteros valoran que su café tenga ese inigualable sabor y ese inconfundible aroma que tanto los enamora. Por fortuna tenemos la suerte de ser un país cafetalero con una rica tradición: el café chorreado.
Acá te contamos como se prepara y todo lo que debés saber de este:
Lo primero que necesitarás es un chorreador, un soporte de madera en el que se coloca una media de tela que servirá como filtro a la hora de preparar el café chorreado. Si ya le has dado uso anteriormente, es recomendable que viertas solamente agua caliente en la bolsa de chorrear para limpiarla del todo y para atemperarla (cuanto más constante es la temperatura, mejor).
Para empezar, calentá el agua sin que llegue al punto de ebullición. Con el café molido ya ubicado en el chorreador, vierte un corto chorro de agua (60-90 ml) para que el sabor del café empiece a liberarse y activarse. Ahora ya está todo listo: llega el momento de infusionar.
Hay dos procedimientos que debés tener muy claros si querés saborear al máximo este café.
En el momento de infusionar, el agua debe lanzarse despacio, con paciencia, para que pueda absorber del todo el sabor del café y debe tener contacto directo con el café molido, no con la bolsa. Una bolsa que nunca debés llenar hasta arriba de agua, pues el sabor ya no será el mismo si hay demasiado contacto entre el agua y el café. Recomendamos también, si tenés paciencia, servir el agua en dos tandas, para disfrutar al máximo de su sabor.