Hoy te hablamos de El Fortín, construido durante la gobernación de Tomás Guardia, debido a la época de militarización, provocada por la Campaña de 1856, como base, además del Cuartel de Bella Vista y el de Alajuela.
El diseño de este siempre ha estado cuestionado, debido al motivo por el cual lo crearon, control de la llegada de enemigos a la ciudad y defensiva desde su interior, al ser víctimas de un ataque. En esa época El Fortín era un símbolo de poder, la milicia estaba presente y eso le daba seguridad a los ciudadanos.
Esta estructura se divide en dos pisos principales y la parte superior interna presenta forma de bóveda, con una salida hacia el centro. En su sector noroeste, presenta un balcón, para la parte más “vulnerable” de la Comandancia.
En su parte exterior, está conformado por una base cuadrangular, tres puertas de acceso (la del lado sur se encuentra sellada); todo de forma neoclásica. Compuesto por el cilindro, lleno de troneras y por último, un octágono con nichos en cada uno de sus lados.
En su interior, colocaron una escalerilla en forma de caracol, que permite tener acceso a la cúspide. Además de dar acceso a los misteriosos túneles, que conectan a la provincia de Heredia.
Para algunos heredianos, estos túneles son simples ductos de agua, utilizados en el pasado; pero, para otros, son pasajes secretos, con la intención de almacenar y manipular armas, además de servir como una ruta de entrada o escape.
Según documentos encontrados, existen puertas (no del todo confirmadas), con acceso al Mercado Municipal, a la Universidad Nacional y al Estadio Rosabal Cordero. Sumando las otras dos entradas, cerradas por motivo desconocido, ubicadas en la Sala Magna del Liceo de Heredia y en la comandancia de la provincia.
El Fortín fue declarado Monumento Nacional el 2 de noviembre de 1974, por decreto. A pesar de esto, su conservación no ha sido del todo buena, prácticamente está abandonado y es parte del paisaje de la provincia de las flores. Actualmente, la Municipalidad de Heredia está encargada de este y permanece cerrado, sin dejar de lado que puede considerarse como un atractivo turístico a futuro, de importancia educativa y cultural.