Puntarenas siempre ha sido un elemento central del desarrollo de nuestro país, ya que en sus inicios fue un asentamiento indígena. La zona cobró mayor importancia durante el período colonial, cuando se convirtió en un puerto vital para la exportación de productos agrícolas, principalmente café, al mercado internacional. Este período fue crucial, ya que trajo consigo prosperidad económica, que influyó en el desarrollo urbano y los intercambios culturales.
A lo largo del siglo XX, Puntarenas amplió su papel de mero centro logístico a atracción turística, gracias a sus hermosas playas y su vibrante cultura local.
La ciudad portuaria, también conocida como “El Puerto”, proporcionó una puerta de entrada al exótico Pacífico y actuó como un crisol de culturas, lo que se evidencia en la variedad de estilos arquitectónicos, desde influencias coloniales hasta modernistas.
Puntarenas, que sirve como puerta de entrada a algunos de los paisajes más fascinantes de nuestro país, ofrece una combinación única de biodiversidad ecológica y una vida costera relajada, lo que la convierte en un destino imprescindible tanto para viajeros como para entusiastas de la naturaleza.