Jicote es una pequeña playa virgen que ofrece hermosos colores y es uno de los spots más cristalinos de nuestro país. Este destino combina la arena blanca con un oleaje suave.
En algunos sectores de la playa hay piedra, pero en otros no, por lo que podés bañarte sin problema. En Jicote el agua es absolutamente limpia y cristalina, pero algo más fresca que en el resto de Guanacaste.
Esta playa forma parte de la zona de Cuajiniquil, en donde hay un pequeño pueblo perdido en el tiempo, en el que la mayoría de botes se dedican a la pesca artesanal. Pertenece a la provincia de Guanacaste, en el Pacífico Norte, está rodeado por el Golfo de Santa Elena, en donde el mar es absolutamente limpio.
El spot más conocido, y al que se puede llegar en auto (preferiblemente 4×4) se llama Cuajiniquil, un paraje largo con un oleaje suave, pero de menor belleza que Jicote. Es desde este spot que sale el bote que lo llevará a Jicote, y a otras playas vírgenes como Corona y Blanca.
Es decir, tendrá que llegar a Cuajiniquil para subirse a la embarcación y empezar el trayecto a estas playas, que puede durar entre 30 minutos y una hora, de acuerdo al destino que decida visitar.