Creado en 1955 dentro de las áreas de conservación que buscan preservar los bosques costarricenses, el Parque Nacional Volcán Poás tuvo expansiones de territorio hasta 1994 alcanzando 6506 hectáreas.
Su nombre deriva del latín “púas” ya que en la zona hay muchas plantas espinosas, lo que también hizo que un asentamiento cercano llevara el nombre de Púas.
Siempre se ha mantenido muy activo, teniendo emisiones de fumarolas que pueden visualizarse desde el Valle Central, así como erupciones acuosas y vaporosas, erupciones freatomagmáticas, expulsión de lava y su característico aroma a azufre. El primer registro de actividad que tenemos es de 1774 con una descripción de Juan Gemir, el gobernador de ese momento que descubre el “volcán de fuego” en la tierra de la tribu de los botos.
Es el 25 de enero de 1910 a las 4:45pm se registró la erupción más importante con una columna que alcanzó los 8000 m de altura, expulsando bloques de piedra, lodo y cenizas con un peso de 64 000 toneladas. El 17 de mayo de 1953 se hizo otra fuerte erupción que tuvo columnas de humo, lodo, fragmentos de rocas, fenómenos luminosos y la desaparición de la laguna cratérica principal. Esta destruyó los cultivos de café de la zona y se mantuvo una expulsión de ceniza persistente hasta 1956.
Desde 1968 hasta 1989 se mantuvo con pequeñas explosiones freáticas y actividad fumarólica, presentando para el último año una disminución de aguas en la laguna cratérica y el aumento de temperatura. Finalmente, en 1994 se secó la laguna y se dieron muchas erupciones de ceniza y geiseformes no recuperándose hasta 1998.
Entre 1995 y 2008 la laguna subió y bajó su nivel, hasta que en 2005 creció tanto que tapó varias fumarolas y fuentes termales en la zona este del cráter. En el 2006 tuvo una erupción freática luego de 12 años desde el último evento de este tipo.
Para el 2010 y el 2013 se generaron 2 erupciones importantes que alcanzaron la zona del mirador principal, y para el 2014 se dio una importante erupción que motivó la evacuación de los visitantes y el cierre preventivo del parque. En el 2017 se detectó una nueva fumarola activa tipo géiser entre el domo y el cráter principal que generó un río de agua caliente y sulfatada.
Una posterior erupción unos días después de ese descubrimiento generó una cabeza de agua que desbordó el Río Desagüe y altos gases que se vieron en varios lugares del país. Estuvo acompañado de expulsión de piedras que alcanzaron la zona del mirador, por lo que el parque se cerró y se evacuaron las comunidades cercanas. Durante el resto del año se dieron más eventos, los cuales fueron cada vez más fuertes y provocaron temblores, así como columnas de humo, gases y cambio en los cráteres.