Aquí te vamos a contar porqué esta isla de Limón es tan importante en la historia caribeña y del país.
Si nos devolvemos en tiempo y recordamos lo que nos enseñaron en la escuela, en 1502 llegó Cristóbal Colón en su cuarto y último viaje a las costas del Caribe de Costa Rica. Sus naves fondearon el litoral costarricense y se anclaron en las proximidades de lo que hoy día es Puerto Limón.
Sin embargo, las fuentes coinciden al afirmar que el almirante no desembarcó. Se dice que Colón se admiró de la belleza de una pequeña isla, que se ubicaba frente a Cariari.
Esta isla que hablamos es la Quiribrí y a la cual Cristobal Colón procedió a bautizar como La Huerta. Tiempo después fue renombrada como Uvita.
La isla se localiza a unos 3 kilómetros aproximadamente de Puerto Limón y se puede alcanzar su costa en tan sólo unos 10 minutos. Posee unas 6 hectáreas de terreno, menos de un kilómetro de largo de norte a sur, y acaso 300 metros de ancho.
Esta isla cuenta con un paisaje exuberante, típico del bosque húmedo tropical. Entre las plantas que se pueden observar están los almendros, el poro peruano, pacayas, tabacones, guarumos, cedro amargo, gran profusión de helechos y palmeras.
En la isla se ha erigido un muelle, un faro marino y una casona. Fue declarada patrimonio histórico arquitectónico el 26 de setiembre de 1985 y en 1986 la Comisión Nacional de Nomenclatura procedió a restituirle su primigenio nombre “Quiribrí”.