El Monumento a la Independencia de Costa Rica, busca representar en el arte el legado de los ancestros y el futuro de la patria, representado por una mujer que simboliza la vida y la libertad. Su majestuosidad, denota el crecimiento que ostenta Costa Rica en sus doscientos años de vida independiente.
Simula querer emprender vuelo con sus alas, y fija su mirada hacía el infinito, para no perder de vista la Costa Rica del Bicentenario. Su postura representa la fuerza con la que se levanta de la tierra ante la adversidad, con el optimismo e impulso de continuar hacia adelante, destacándose así el hecho de que la libertad no es un hecho concluido sino un camino, una lucha continua que se debe dar cada día para proteger y fortalecer este privilegio.
La estructura principal, descansa sobre un pedestal que simboliza en todo su diámetro la nación, el Estado costarricense y la composición social de la sociedad colonial. Para desarrollar esta obra se contó con la aprobación del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural CICOPAC) del Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ), del Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos y de la Municipalidad de Cartago.