Para 1895 una de las empresa más grande para la época en Limón, la United Fruit Co. donó un terreno para la conformación de un parque en la provincia del Caribe.
El Gobernador de la Provincia, Balvanero Vargas, en su deseo por consolidar un hermoso proyecto, no escatimó en esfuerzos y encargó a distintos capitanes de barcos que llegaban al puerto, que le trajeran árboles tropicales de Cuba y Jamaica (laureles de la india, crotones y palmeras).
El resultado fue un espacio verde de características tropicales, donde la espesa vegetación creó un microclima ideal.
Para fines del siglo XIX se instaló un quiosco prefabricado en metal de estilo victoriano y con una planta octogonal (similar al primer quiosco del Parque Morazán) pero en 1911 se decidió reemplazarlo por otro en concreto armado y de influencia neoclásica.