Está ubicada al extremo sur de la Península de Nicoya y muy cerca de otra hermosa playa, la de Santa Teresa. La ruta desde San José hasta acá es de más de 5 horas por carretera, incluyendo un tramo de 14 kilómetros en ferry.
Los turistas que la visitan normalmente van para iniciarse en el surf y, gracias a la arena tan suave de esta playa, practicar yoga. Es una playa relativamente tranquila, al menos respecto a las dos anteriores.
La arena, además de suave, es blanca, y si a eso le añade lo aislado de la playa, es ideal para escaparte y practicar deportes acuáticos. Por cierto, hay piscinas naturales, y está muy cerca de la Reserva Natural Cabo Blanco.