Para que una playa se convierta en un espacio verdaderamente accesible, es necesario que cumpla con una serie de condiciones que garanticen la inclusión y la comodidad de todas las personas. Aquí te dejamos los requisitos esenciales:
- Entorno urbano accesible: La playa debe contar con aceras y rampas para facilitar la movilidad, permitiendo que las personas se muevan sin obstáculos.
- Parqueo reservado para personas con discapacidad: Es fundamental disponer de espacios de estacionamiento exclusivos y cercanos para personas con discapacidad.
- Pasarelas retráctiles: Estas pasarelas facilitan el acceso a la arena, permitiendo una movilidad cómoda hasta la orilla del mar y que la personas puedan tener una verdadera experiencia.
- Sillas anfibias: Son necesarias para que las personas con movilidad reducida puedan disfrutar del mar de forma segura y cómoda.
- Áreas accesibles: Es importante que la playa cuente con zonas adaptadas para que las personas con discapacidad y sus acompañantes puedan participar plenamente de la experiencia.
- Duchas accesibles: Disponibilidad de duchas adaptadas que permiten a todos quitarse la arena de manera cómoda y segura.
- Servicios sanitarios accesibles: Las instalaciones sanitarias deben cumplir con los estándares de accesibilidad, asegurando que cualquier persona pueda utilizarlas sin dificultades.
- Atención a personas con discapacidad: Es esencial ofrecer un servicio especializado que garantice la atención de todas las necesidades que se requieran.