De verdad que nosotros los ticos nunca terminamos de inventar palabras o dichos. Definitivamente muchos de estos solo se pueden utilizar entre costarricenses.
Acá te dejamos el significado de algunos muy populares:
Al que le cae el guante, que se lo plante: se utiliza cuando se dice algo que hizo una persona pero no se quiere decir quien fue.
Lo que no mata, engorda: se puede utilizar en diferentes contextos. Cuando se te cae al suelo algo que estás comiendo, lo juntás y te lo seguís comiendo. Cuando te comés un alimento que no es muy saludable.
Del dicho al hecho hay mucho trecho: significa que no se debe creer en todo lo que se dice.
A lo hecho, pecho: lo que quiere decir es que cuando se hace algo, hay que hacerle frente, “echar pa`delante” hacerse responsable.
¡Qué muerta de hambre que es!: en ocasiones puede ser ofensivo, ya que hace referencia a una persona que pide mucho, por ejemplo comida.
Al pan, pan. Al vino, vino: decir las cosas al punto, sin andar con rodeos. Decir las cosas como son.
Donde hubo fuego, cenizas quedan: se utiliza más que todo después de que una pareja termina y siguen teniendo una relación de amistad o se quiere dar a entender que en algún momento pueden volver.
Llegó de paracaídas: llegar a un evento sin ser invitado.
¡Hay mucha ropa tendida!: se utiliza cuando hay personas cerca que pueden escuchar de lo que se está hablando.
¡Más sentado que fresco de balines!: persona perezosa, que no se mueve de donde está.
¡Se le metió el agua!: se utiliza cuando una persona se vuelve loca o hace algo que no se esperaba.
¡Qué socollón!: se usa más que todo después de un temblor.
Anda muy catrineado: muy arreglado.
Cogerlo de minga: convertir a alguien en blanco de pullas y burlas.
El que no tiene de minga tiene de mandinga: quien no tiene un defecto, tiene otro.
Eso no es ni chicha ni limonada: no estar definido.
Hablar a calzón quitado: hablar claro, con franqueza.
Me supo a gloria: me gustó mucho.
Quitarse el tiro: evadir un compromiso.
¡Achará!, ¡Acharita!: ¡es una lástima!. También se utiliza chará y charita.
Agarrar de mono, agarrar de maje: engañar.
¡Ahora sí me limpió!: expresión que se dice a alguien que ha hecho algo impresionante, algo difícilmente igualable.
Andar a trole: andar a pie.
¡Qué chapa!: que no se desempeña bien en algo, torpe.
¡Qué chicha!: ira, rabia, cólera.
¡Qué concho que es!: se utiliza para una persona grosera, grotesca, brusca.
¡Qué despelote se armó!: alboroto, situación de gran desorden.
¿Vamos por un zarpe?: ir por el último trago.
¡Upeeee!: se utiliza para llamar a la puerta.
¡Tome chichí!: expresión que se utiliza cuando alguién se salió con la suya y le “restriega” el triunfo por la cara a la otra persona.
¡Ahí vienen los pacos!: ahí viene la policía.
¡Sólo usted sabe!: ¡sólo a usted se le ocurre!.
¡Se me fue la pájara!, ¡Se me fue la pajarita!: ¡Se me olvidó!.
Se le volteó la rosca: Cuando el hombre deja de ser heterosexual y se convierte en homosexual.
¡Qué ramalazo!: especie de lapsus en que la persona hace algo loco o tonto sin razón aparente. Arranque repentino en que la persona hace algo inusual.
¡Portamí!: no me interesa. Es una contracción de la frase “Que me importa a mi”.
¡Qué playada!: acto muy vil, malo, desconsiderado. Gesto afeminado de un hombre.